Durante su formación entre los Estados Unidos y Europa del Este, Eloisa Gobbo ha trabajado con diferentes medios, desde la fotografía hasta la pintura, desde la escultura hasta la instalación. De hecho, su obra se caracteriza por una estructura compositiva y formal rigurosa, donde los motivos ornamentales, similares a mandalas modernos, dibujos geométricos y patrones decorativos coloridos se combinan y a menudo se superponen hasta volverse casi irreconocibles, junto con imágenes tomadas del mundo de la publicidad, el diseño, la moda y la cultura popular.
Su obra se destaca por el uso del color, la incorporación de motivos tanto de la tradición decorativa oriental como occidental y de la cultura popular, y por sus superficies planas. Entre los motivos recurrentes se encuentran flores, ornamentos abstractos, geométricos y orgánicos, arabescos, logotipos populares, mapas, personajes y signos.
El resultado son obras coloridas y encantadoras, con una alegría y un fuerte sentido del color, donde un planteamiento conceptual y un gusto neo-pop coexisten también en diferentes soportes y materiales. En los últimos años, ha expresado su creatividad utilizando diversos medios como la pintura, la escultura y obras gráficas digitales. Su principal interés radica en la decoración como forma de expresión de contenidos personales y sociales, y los patrones repetidos que hacen un espectáculo colorido en sus pinturas y alfombras.


